Debería haber terminado este diario de viaje hace un buen tiempo pero nunca es tarde si la dicha es buena solía decirme mi abuela.
Espero que mi memoria a largo plazo no me falle y en el caso de que alguien del crucero lea esto y quiera añadir algo agradeceré un comentario :D
Después de la noche de la fiesta espartana que fue algo legendario llegamos a Lanzarote.
No había estado en Lanzarote desde el año 1993 cuando nos tuvimos que mudar de esa isla a La Palma por motivos que ahora no vienen a cuento.
Ese día fue un día doble pues partimos del puerto de Santa Cruz de Tenerife rumbo a Lanzarote y luego a la tarde partimos para Fuerteventura.
Volver a ver Lanzarote catorce años después me produjo un shock ya que cuando me fui tenía cinco años y no me acordaba de casi nada.
La primera impresión que me dejo fue que la isla se había convertido en una aberración de cemento por todas partes o esa al menos fue mi impresión en el camino desde el puerto hasta la montaña de fuego.
Al llegar empezamos la típica excursión por el geiser en la que te explican que el volcán está activo y esas cosas.
Después vino el tipo con el balde de agua para hacer el geiser (me encanta esta foto, una pena de no haber tenido un gran angular)
Después de eso paramos unos minutos para tomar algo en el restaurante de la montaña de fuego que hacen pollos asados con vapor del volcán que deben estar deliciosos pero se me iban un tanto de presupuesto en aquel momento.
Tras reponer fuerzas fuimos a dar el paseo por el volcán dentro de la guagua del cual me arrepiento mucho de no haber hechos todas las fotos que debería haber hecho y volvimos derechitos al barco sin tiempo ni para tomar una cerveza.
Llegamos al barco y me mande un señor almuerzo del buffet del barco, tremendas jartadas me mande yo esos días, salía embostidito todos los días.
Tras la embostada tocaba la típica rueda de prensa en los que los políticos decían lo chachi que era el crucero y que nos teníamos que unir por lo nuestro.
El barco se retrasó en la salida a Fuerteventura porque Don Paulino Rivero Baute no había llegado, con lo cual tiempo extra esperando en la rueda de prensa todos bien vestiditos para que nos retratasen las cámaras.
«El futuro de Canarias está aquí… ay mama!»
Después de una dosis Paulino Rivero zarpamos rumbo a Fuerteventura
Bajamos del barco y ¡ZASCA! otra foto promocional
Total que las excursiones planeadas no se pudieron hacer por el retraso del Presidente y nos llevaron a un centro de arte contemporáneo que hay en Puerto Del Rosario al lado de la entrada del puerto desde que me escapé para ver a mi amigo Fernando que hacía un año que no lo veía y como no para echarnos unas risas y tomarnos unas Tropicales en el kiosko.
Total que la visita de Fuerteventura fue de unas pocas horas y no estuve ni en una playa ni nada pero al menos pude ver a “Ferni”.
Nos mandaron a embarcar otra vez y lo típico cenar… estar con la gente y esas cosas.
Por la noche tuvimos actividades de recreación y animación que fue travestirnos… estas fiestas sin cogerse un pedo no cunden tanto pero con el el vaivén del barco íbamos con un pedo psicológico.
A ver si tardo menos en postear el día 5 y las conclusiones del viaje, que me he tirado nueve meses para el día 4.
Kailos P. (Reflexiones desde mi Powerbook) 